El Ayuntamiento edita cartas en tres idiomas para 61 restaurantes de la ciudad
Puede llegar con rastas en el pelo y pantalones deshilachados o lucir un elegante traje de Armani. A veces se registra a primera hora de la mañana como un hombre de negocios y en otras ocasiones llega sin reserva de madrugada y muy apurado. En principio, son más observadores y preguntones de lo normal, pero, según aseguran los hoteleros examinados, es prácticamente imposible cazarles porque actúan con una discreción total.
Los “catadores” de hoteles van camuflados
Catorce hoteles de Valladolid han superado con éxito la auditoría del cliente misterioso, una experiencia con carácter voluntario y «muy positiva» que les ha ayudado a sacar jugosas conclusiones sobre sus establecimientos. Durante el último trimestre del pasado año han recibido en tres ocasiones la visita de estos turistas desconocidos con muchos deberes en la cabeza. «Se analizan muchos aspectos, desde que las instalaciones cumplan con lo anunciado para el establecimiento y su categoría, hasta el tiempo de registro en la recepción o la calidad de trato del equipo; también son muy importantes los tiempos de respuesta a las peticiones», explican los responsables de la Sociedad Mixta de Turismo.
La iniciativa partió del Ayuntamiento de Valladolid con el objetivo de evaluar la calidad de los hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas y los resultados avalan su buen funcionamiento. Ayer los responsables de los alojamientos recogieron sus diplomas acreditativos. Los catorce han superado con nota la evaluación, aunque en los informes de cada uno se recogen sugerencias a tener en cuenta. El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, valoró ayer la valentía de estos empresarios por entrar en este juego con el que se pretende mejorar el servicio turístico que ofrece la capital.
Cartas en tres idiomas
En el mismo acto, celebrado en el salón de recepciones del Ayuntamiento, 61 restaurantes de la ciudad recibieron cada uno seis ejemplares de cartas con sus menús en tres idiomas: español, inglés y francés. Estas cartas, con un diseño unificado, pretenden servir de ayuda a los empleados de estos establecimientos. Así, además de contener en las tres lenguas las ofertas de entrantes, carnes, pescados o postres de cada restaurante, recogen frases de uso habitual cuando uno se sienta a la mesa para que los turistas se puedan comunicar con los camareros de una forma más efectiva. Quiero la carne poco hecha, quisiera una carta de vinos, ¿tienen usted menús para niños? o ¿me trae la cuenta, por favor? figuran en este pequeño diccionario que habían solicitado desde la Asociación Provincial de Hostelería.