Barcelona es hoy por hoy una marca turística reconocida por todo el mundo. Ha alcanzado una gran proyección internacional y se ha posicionado entre los más altos destinos urbanos del mundo. Ese posicionamiento es debido a un largo proceso de evolución de sus actividades turísticas.
El turismo urbano es uno de los productos turísticos que más crecen en Europa, y Barcelona se posicionó en el quinto lugar en relación al número de viajeros alojados en hoteles.
Pero nos preguntaremos, ¿Cuál han sido las claves de esta gran evolución?
Hay un antes y un después de los Juegos Olímpicos del 1992, donde Barcelona alcanzó un alto grado de visualización en todo el mundo. Por otro lado, la indiscutible puesta en valor del patrimonio cultural.
Y es que en los últimos 25 años Barcelona atesora los elementos fundamentales para situarla como un ciudad de turismo urbano, gracias a su rico patrimonio histórico-cultural, su buena infraestructura de alojamiento y de restauración, sus eventos deportivos, musicales, etc…
Además, consta de una excelente conectividad con gran parte de los destinos europeos.
Su clima también es un factor clave a la hora de atraer a turistas y de desconexión caminando por su larga Playa (4 KM) o bañarse en los días más calurosos.
Todos esos factores han convertido Barcelona en una marca turística emblemática en todo el mundo, y uno de los lugares con más elementos para pasar unas vacaciones en familia.