Visto que no funciona el plan A, esperar a que el temporal amaine y surjan los ansiados brotes verdes, las grandes cadenas hoteleras han pasado al contraataque.
Un férreo control de los costes es la estrategia preferida del sector, herido de gravedad por el recorte de los viajes de negocios y por la gripe A, hasta tomar la senda de la recuperación. Una mejora que no está prevista antes del segundo semestre de 2010, según el pronóstico de la industria.
Con estas perspectivas, firmas como Hilton o Hyatt (respectivamente, número cuatro y diez del mercado por habitaciones) están analizando, como posibles salidas, una reestructuración de su deuda o dar entrada a inversores para conseguir liquidez con la que hacer frente a sus compromisos financieros.
Hasta junio, los ingresos de las grandes cadenas sufrieron caídas de dos dígitos, frente al mismo periodo de 2008, mientras que el beneficio de explotable³n también©n resultó dañado. Las dificultades comienzan a hacer mella en el sector y ayer se conoció que el Grupo Harp, propietario de los hoteles InterContinental Chicago O’Hare y del Radisson en el aeropuerto de Los Angeles, se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU (equivalente al concurso de acreedores en España) al no poder renegociar su deuda de 275 millones de dólares (195 millones de euros).
Deterioro
En este contexto, InterContinental Hotels Group (IHG), líder mundial por habitaciones, cerró la primera mitad del año con una reducción del beneficio operativo del 38,5% (por debajo del 50% previsto por los analistas) y del 25,5% en la cifra de negocios, hasta 513,15 millones de euros.
Según la cadena británica, el deterioro del mercado se ha agudizado en el último trimestre, tal como ponen de manifiesto los ingresos por habitación disponible, que cayeron de media un 16,2% en el primer semestre, frente al 18,6% correspondiente al periodo abril-junio. IHG apuesta por la eficiencia y ha puesto en marcha un plan para conseguir, en 2010, un ahorro de costes del 20% (entre 46 millones y 49,5 millones).
En el caso de Hilton Hotels Corporation, su propietario, el fondo de capital riesgo Blackstone, está analizando diferentes opciones para reestructurar la deuda, estimada en 14.878 millones, de la cadena, que adquirió en julio de 2007 por 18.420 millones de euros, según el Financial Times.
Desde entonces, se estima que Blackstone podría haber amortizado cerca de un 50% del valor del holding. Aunque la venta de activos parece descartada, la firma de capital riesgo sí podría estar planteándose otras opciones para modificar la estructura de capital de la hotelera estadounidense, como un intercambio de deuda por acciones antes de que termine el plazo para hacer frente el pago de los compromisos, previsto para dentro de cuatro años. Su presidente, Chris Nassetta, ha mostrado su confianza en el compromiso a largo plazo de Blackstone en Hilton, la cuarta firma mundial, con 3.265 hoteles y 545.725 habitaciones, a cierre de 2008.
Por su parte, tras cinco años considerando la posibilidad de dar el salto al parque, la cadena Hyatt, controlada por la familia Priztker, de Chicago, ha iniciado los trámites ante la comisión nacional del mercado de valores estadounidense, SEC, para dar el salto a bolsa. Hyatt ha declarado que planea realizar una venta pública de acciones por importe de 1.150 millones de dólares (unos 815 millones de euros).
La familia Pritzker controla un 85%, mientras que Goldman Sachs y la firma de capital riesgo Madrone Capital Partners, que entraron en 2007, poseen un 7,5% y un 6,1%, respectivamente. Según Hyatt, que perdió 25,5 millones de euros hasta junio, comparado con unas ganancias de 122 millones en 2008, el dinero de la ampliación se invertirá en la compra de nuevas propiedades.
El baile de fusiones también ha comenzado en el sector, después de que el grupo de inversión estadounidense Starwood Capital Group anunciase en junio la compra de la holandesa Golden Tulip Hospitality. El objetivo es formar una alianza estratégica con Golden Tulip y su holding hotelero Groupe du Louvre, que podría suponer el primer cambio en tres años en el ránking de cadenas hoteleras, desplazando a Hyatt del top ten mundial.