La actividad hotelera está en horas bajas. La media de ocupación en Barcelona se situaba en el primer semestre en un 64,74%, 8,39 puntos porcentuales menos que en el ejercicio anterior.
Durante la época de sequía de clientes, se inauguró un complejo diferente: un recinto de más de quince mil metros cuadrados que engloba, además de 186 habitaciones, un centro de conferencias, un spa y un restaurante donde se celebran bodas y banquetes. Además, el recinto hotelero se encuentra muy próximo al Real Club de Golf El Prat, uno de los campos más emblemáticos de Catalunya, situado en Terrassa (Vallès Occidental).
La Mola Hotel and Conference Centre, enclavado en el parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, cerrará su primer año con la visita de más de 250 empresas. Audi, Nestlé, Sony o Seat son algunas de las compañías tanto nacionales como internacionales que han apostado por los servicios del establecimiento.
En número rojos
La acogida entre el mundo empresarial contrasta con el reducido número de visitantes particulares que ha recibido. La ocupación media del Hotel and Conference ha sido del 45%, casi 20 puntos porcentuales menos que la media barcelonesa. Estos datos parecen confirmar el impacto que está teniendo la crisis entre los hoteles de congresos.
La baja ocupación de La Mola Hotel and Conference Centre se suma a la difícil situación por la que están pasando el Hotel Princesa Sofía y el Hotel Juan Carlos I, dos de los hoteles de referencia en Barcelona que se han visto obligados a aplicar expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales para amortiguar la caída de convenciones en la ciudad.
Aun así, la directora de La Mola Hotel and Conference Centre, Maite Galván, manifiesta su satisfacción por la evolución del recinto y afirma que el objetivo del primer año era obtener reconocimiento entre las empresas. La directiva destaca que, con el primer objetivo conseguido, la segunda meta será hacerse un hueco entre los clientes particulares. En este contexto, Galván explica que cambiar el lujo por la efectividad será el pilar fundamental para diferenciarse del resto de congresos y afrontar la crisis del sector.
En sus primeros doce meses de vida, La Mola Hotel and Conference Centre prevé facturar siete millones de euros. El 90% de sus ingresos provienen del alojamiento, mientras que el diez por ciento restante lo obtienen de servicios como el spa, el golf o el restaurante.
Instalaciones
El complejo se ha construido siguiendo patrones de sostenibilidad ecológica y de respeto al medio ambiente. Entre otras medidas, destaca la instalación de placas fotovoltáicas en las cubiertas de los edificios que consiguen calentar hasta el 50% del agua que se utiliza en las instalaciones.
En diciembre se incorporó una zona de spa de 800 metros cuadrados. El espacio consta de una piscina climatizada de natación situada en los jardines del hotel, una zona de aguas termales, un gimnasio y un servicio complementario de masajes.
A escasos cien metros del hotel se levanta el Mas Bonvilar, una masía del siglo XVII reconvertida en un restaurante capaz de albergar a más de 350 personas. El espacio se encuentra dentro de los límites de Mola Hotel and Conference Centre y dispone de aproximadamente 1.650 metros cuadrados para banquetes o comidas de empresa.
Primer aniversario
– La tasa de ocupación del hotel en su primer año fue de un 45%, veinte puntos menos que la media barcelonesa.
– Durante sus primeros doce meses de vida, más de 250 empresas se reunieron en sus salas de conferencias.
– El complejo hotelero consta de 186 habitaciones, spa, campo de golf y un restaurante donde celebrar banquetes.
– El hotel La Mola ha facturado siete millones de euros durante el primer año de funcionamiento.