El Festival de Cine de San Sebastián ha reunido a lo largo de su vida (este año celebra su 58 edición) a cientos de estrellas del séptimo arte, y cada una de ellas tiene su propia historia y anécdotas de su estancia en la capital guipuzcoana. ¿Sabían que Woody Allen se fue al restaurante Arzak y solamente cenó dos huevos fritos y un tinto crianza? ¿Y que Sean Penn, cuando vio la playa de Gros, preguntó si podía alquilar una tabla de surf y se fue a surfear? ¿Y que Bette Davis murió en París tan sólo unos días después de haber visitado Donostia, y existe una leyenda urbana dice que falleció en esta ciudad y que después mandaron su cuerpo a París porque era una capital más glamourosa?
Estas y otras anécdotas se pueden leer en el hotel Astoria 7 de Donostia, donde cada una de las 102 habitaciones con las que cuenta está dedicada a una estrella del cine que ha pasado por la capital guipuzcoana. Así, en el cabecero de la cama aparece una foto del artista en su visita a la ciudad, generalmente del momento en que recibió el premio, y un pequeño texto que relata la carrera artística del personaje. La gracia, por supuesto, es la anécdota relacionada con su estancia en San Sebastián.
Una de las habitaciones más especiales es la junior suite, dedicada a Alfred Hitchcock. “Es uno de los más grandes, ha revolucionado el cine”, explica el director del hotel, Guillaume Fontagné. Además, hay quince habitaciones superiores y ocho individuales.
Abierto el 1 de abril de 2009, está construido en un edificio emblemático: el antiguo cine Astoria. “Este hotel es diferente a los demás porque tiene una historia detrás. Está edificado en un lugar muy especial, sobre todo para los donostiarras. ¿Quién no ha visto una película en los cines Astoria?”, apunta Fontagné.
Y en un hotel dedicado al cine como este no podía faltar una biblioteca con una amplia colección de películas, libros, etc. y, por supuesto, una sala de proyección a disposición de sus clientes. Durante todo el verano se han realizado proyecciones cada día, y ahora que se acerca el invierno se seguirán programando durante el fin de semana. Como curiosidad, la sala cuenta con butacas restauradas del antiguo cine.
Pero si aquella vieja sala de proyección era un lugar de sobra conocido, todavía lo es más la que todo el mundo conoce como la cafetería del Astoria. Para los donostiarras es un lugar clave, un punto de encuentro muy repetido, y muy pocos serán los que no han quedado alguna vez allí. Precisamente el grupo La oreja deVan Gogh dedicó uno de sus discos a este lugar bajo el título A las cinco en el Astoria. En la actualidad se ha mantenido el nombre de La cafetería del Astoria y también allí se ha querido hacer un guiño al mundo del cine: se pueden degustar pintxos inspirados en películas o en festivales internacionales.
El restaurante, por su parte, también está enfocado a esta temática, y cuenta con tres menús: uno corto (con un primer plato y un postre), uno medio (un segundo y un postre) y un largometraje (primero, segundo y postre). Así, el Astoria 7 se ha convertido en un punto de referencia en San Sebastián. ¿Quién sabe si este año la mismísima Julia Roberts, que pasado mañana recibirá el Premio Donostia en el Festival de Cine, visitará el hotel?