Obtienen índices de ocupación de casi un 80% en fiestas y rozan los resultados de hace tres años.

Los hoteles de Bilbao han vivido uno de los mejores agostos de su historia y una resaca de la Aste Nagusia de lo más dulce, como no recordaban hace tiempo. Con índices de ocupación cercanos al 80% en fiestas, el sector ha resistido el embate de la crisis hasta el punto de rozar los «magníficos» resultados de 2007, gracias fundamentalmente a la llegada de turistas nacionales y franceses y la recuperación de un mercado internacional que llevaba tiempo cotizando a la baja: el italiano.

En línea con las primeras impresiones sugeridas por las asociaciones de hostelería y comerciantes, los hoteleros también verían con buenos ojos el retraso y emplazamiento «definitivo» de la Semana Grande en la última semana de agosto. «Los vizcaínos priman la primera quincena de agosto para sus vacaciones», mantiene Alberto Gutiérrez, director del Carlton, establecimiento que ha facturado este año un 15% más que en 2009.

El buen tiempo ha contribuido de forma decisiva a la excelente marcha de los negocios. Con altísimas temperaturas y la lluvia de aliada de Marijaia -sólo cayeron unas gotas a altas horas de la madrugada del pasado martes-, los hoteles han absorbido el ambiente de las calles y realizado magníficas cajas. Sirva a modo de anécdota las dificultades para encontrar mesa muchos días, de las que no se libró si quiera el padre del torero El Juli. Para su sorpresa, los empleados del restaurante Bermeo del Ercilla le aconsejaron otros establecimientos, ya que no les quedaba ni una sola mesa libre pese a sus ruegos para que le hicieran un sitio.
Iñaki Etxeguren, presidente de Destino Bilbao, que agrupa a 22 hoteles de la provincia, achaca los excelentes resultados a que la Semana Grande «se trata de un producto muy consolidado», por lo que la gente «repite» habitualmente.

Reservas para 2011
Tanto que el Ercilla tiene ya «una brutal cantidad de reservas para el próximo año», apuntó Etxeguren. Pese a la crisis, el Meliá Bilbao, que funcionó en su primera Aste Nagusia sin la marca Sheraton, ha ocupado el 75% de sus habitaciones frente al 60% de la pasada edición. Su director, Manuel Quirós, achaca la mejoría a la llegada de viajeros franceses, portugueses e ingleses, y un recorte de las tarifas, entre un 10% y un 15%. «Hemos optado por precios asequibles y adaptados a la realidad», confesó.
Pese a no disponer de terraza, por imposibilidad de espacio, el Carlton también vive días de fiesta al lograr el 94%% de ocupación. «Prácticamente lo hemos llenado todos los días». No obstante, Alberto Gutiérrez cree que la Semana Grande tendría un mayor margen de «explotación turístico» si se celebrase siempre en las mismas fechas, «al estilo de los Sanfermines».